Lo dice entre risas, con uno de sus característicos ademanes -levantando una mano-, mientras se reclina sobre el escritorio y hace una de sus típicas expresiones: “¡Alábalo que Él vive!”.
Por 48 años, Yiye Ávila se ha mantenido como uno de los principales evangelistas de la Iglesia Pentecostal con su Ministerio Cristo Viene, en el pueblo de Camuy, que según contó, nació gracias a una enfermedad y a la sanación que obtuvo, hace ya más de 40 años, cuando le imploró a Jesucristo que lo sanara.
“Le dije 'si me sanas, te sirvo'. Me acosté a dormir y por la mañana estaba sano. Cuando le pregunté qué tenía que hacer, escuché su voz por primera vez. Me dijo 'vete a Calle Abajo (un sector peligroso de Camuy) y predica la Palabra casa por casa'”, recordó Ávila, al tiempo que se miraba los brazos y decía “mira cómo se erizan los cabellos”.
Así comenzó un ministerio que lo ha convertido en un prominente predicador que ha llevado el Evangelio a través de la radio, la televisión y personalmente por diferentes países de Sur y Centroamérica, Estados Unidos, las Antillas, Europa y Australia.
“Cuando hay una oración de fe, el Espíritu Santo -que es Dios- es el que sana. Son milagros que hace Dios”, agregó el evangelista, al tiempo que explicó que eso se lograba con una vida de oración y de ayuno serio. (Fuente).
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