Para algunos es la causa de deformidades en los dientes y de confusiones para el bebé lactado. Pero en los últimos años, la Academia Americana de Pediatría ha estudiado el uso del “ bobo” en los recién nacidos y encontró que ha sido factor determinante en la disminución de la incidencia del Síndrome de muerte repentina.
Los estudiosos de la academia dicen que el “bobo” estimula el reflejo de chupar cuando el bebé está dormido, y no permite que caiga en el sueño profundo, evitando en algunos casos la posibilidad de Síndrome de muerte repentina.
Algunos pediatras recomiendan el uso del “bobo” para disminuir los problemas de presión del oído que ocurre cuando el infante realiza las acciones de chupar y tragar.
Si es un bebé que lacta se recomienda comenzar con el “bobo” después de cumplido el primer mes, para que no sufra confusión. Pero si es alimentado con fórmula, se le puede dar el “bobo” desde el primer día. Recomiendan también, que no se debe forzar el uso del bobo si el bebé lo rechaza y que nunca debe ser amarrado al cuello para evitar accidentes fatales.
Para mantener los hongos y las bacterias lejos del bobo de tu niño, es preciso mantenerlo limpio todo el tiempo. (Fuente).
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