Manoguayabo, República Dominicana. Nacido a principios del pasado siglo, Heriberto Germán Vargas “Nisito”, vive su centenaria existencia en un humilde hogar de Manoguayabo, próximo a la capital dominicana, sostenido por el amor de una prole numerosa y sacando notas del acordeón, ese que aprendió a tocar con apenas ocho años, a cambio de buscar comida para los cerdos. Creador del “Pripri”, ritmo que antecedió al “Perico Ripiao”; padre de 26 hijos, de los cuales ha sobrevivido a 14, con un total de 248 nietos, bisnietos y tataranietos, Heriberto Germán Vargas “Nisito”, rememora que no todas las mujeres bailaban la música inventada por él: “Decían que era para mujeres de la ¨mala vida¨; pero, esto sólo fue en un inicio, porque poco después, toditas se movían con mi baile…” Locuaz, versátil, jaranero y sentencioso, Nisito fusiona los recuerdos de otrora con los del momento: “Todos estos barrios eran bohíos y montañas. Eso era en aquella época, hace muchos años…”.
Con fina ironía y haciendo bromas hasta de su propia longevidad, Heriberto Germán Vargas “Nisito” toca el acordeón que le regaló el pelotero Pedro Martínez y responde con frases certeras acerca de estos días que corren en su prolífera vida: “Ahora mismo, me alimento como un buey, hasta tres y cuatro platos de comida a diario. A veces, tarde en la noche, me siento a comer y mis hijos ya ni me dicen nada, porque lo que estoy viviendo es de más. Para morir con hambre, morir lleno…"
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