6/4/09

Crónica de las últimas horas de Quirino

Quirino, preocupado por su examen de las 2:30, regresa a su casa a recoger a su esposa para ir a la universidad, cuando a las 2:12, recibe otra llamada de "El cuñao": "Algo raro hay. No cogen el teléfono y no era el chofer. Hay algo raro. No sé si los estaban esperando".

En ese momento, Quirino vuelve a su mecanismo de protección:
"¿El vehículo es suyo?
-Es mío, pero está a nombre de uno de aquel lado, de un vecino.

-Pero no tiene usted papeles...

Quirino, que al principio sospechó de un tumbe, ahora estaba seguro de que algo muy grave estaba pasando y le confiesa a "El cuñao":

-Tengo un vehículo atrás de mí, viene detrás de mí desde que salí de mi casa... vienen dos vehículos... Que sea Dios...

A las 2:16 de la tarde, Quirino y "El cuñao" vuelven a ponerse en contacto por última vez:
-Los vehículos siguen detrás de mí.. Yo lo llamo..."

Fue lo último que dijo antes de ser interceptado por los agentes de la DNCD y capturado, junto a su esposa, Belkis Elizabeth Ubrí Medrano.

Siempre se pensó que la droga iba destinada a una empresa de zona franca en Santiago. Ahora se sabe que el destinatario de la droga era un oficial de policía que está prófugo, que operaba una agroindustria para exportación en la zona de La Vega.


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