
Anne Mearns de 62 años, propietaria del batracio y residente de Johannesburgo, explicó que "la gente cree que estoy loca por darle tanta atención a una rana, pero es que simplemente no podía verla así".
El veterinario que realizó la cirugía debió rebajar anestésico canino para insertar el nuevo hueso dentro del miembro.
La intervención fue gratuita.
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