Tras verla durante 17 años en coma, el padre de Eluana había logrado que sus doctores suspendieran el viernes pasado la alimentación de Eluana, tras una prolongada batalla legal que terminó con un fallo de la Corte Suprema del país a su favor.
Pero tras la disputa legal comenzó el conflicto político. Luego de consultar con el Vaticano, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, emitió un decreto en el que obligaba a los médicos a continuar con dichos procedimientos.
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, se negó a firmar el decreto del primer ministro y la crisis constitucional se trasladó al Senado, donde comenzaron esta semana los debates sobre el caso.
La eutanasia está prohibida en Italia y no existe un acuerdo sobre la voluntad de individuos que autorizan la desconexión de sustento artificial en caso de caer en coma.
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