
Los padres africanos, orgullosos, de que un descendiente de su continente sea presidente de Estados Unidos le ponen el nombre de Obama a sus hijos.
Para ellos, esta elección es una prueba de la plena integración de los afroamericanos y esperan que sus hijos tengan las mismas oportunidades de futuro que en su día tuvo Barack Obama. Para ello confían en la promesa del nuevo presidente de cambiar Estados Unidos y el mundo.
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