
El decomiso tuvo lugar en un barrio de Reynosa, ciudad fronteriza con EE.UU. ubicada en el norteño estado de Tamaulipas, donde se detuvo a tres personas presuntamente del cartel del Golfo, informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
"Éste es el decomiso de armas más grande en la historia de México", aseguró en una rueda de prensa la titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), Marisela Morales.
Entre las armas decomisadas hay siete rifles Barret calibre 50 milímetros, armamento de gran poder capaz de penetrar cualquier blindaje de automóvil y con un alcance de 6.800 metros.
Además, se incautaron 287 granadas, entre ellas 98 de 40 mm., 165 de mano defensivas, dos cilíndricas, tres granadas de mano de humo, tres aturdidoras y 16 de gas.
También hay fusiles de asalto AK-47, armas cortas con los mangos bañados en oro, dos lanzagranadas, 14 cartuchos de dinamita, 67 chalecos antibalas, y 970.300 pesos (unos 75.000 dólares) y 86.740 dólares en efectivo.
"El decomiso es una muestra significativa y representa un golpe a las redes de logística y de violencia del crimen organizado", dijo la funcionaria, acompañada en su comparecencia por el jefe de sección de operaciones contra el narcotráfico de la Sedena, Xicoténcatl Núñez.
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