PrimeraHora .*/ El nuevo año ya arrancó y son muchos los que procuran buscar el modo de hacer cambios en su vida con miras a tener armonía y bienestar.
Para este año 2009, sólo tú puedes determinar cuáles de las metas que te has establecido podrás cumplir. La doctora menciona que ser realista e intentar ponerlas en orden de prioridad puede ayudarte en este afán. “Recuerda que deben ser metas que puedas alcanzar para evitar frustraciones”, advierte. De esta manera te sentirás “motivado a seguir mejorando como ser humano”.
Vigila lo que ingieres. Visita a un especialista en nutrición y comienza por ingerir alimentos más saludables. Del mismo modo, aparta los malos hábitos o los vicios que sabotean tu salud. Recuerda que no hay nada mejor que estar saludable para disfrutar de todos los logros que llegan a tu vida. Visite el doctor.
Observa tus emociones. Antes de permitir que tu sentir se apodere de ti, deja pasar un tiempo prudente hasta calmarte y pensar con mayor claridad. Toma unos segundos para reconocer tus emociones. Recuerda que el sentimiento no te hace bueno o malo, sólo se siente. Sin embargo, lo que se hace con ese sentimiento es lo que puede estar correcto o no. Además, este ejercicio tiene la ventaja de ayudar a prevenir bloqueos emocionales, lo que causa consecuencias negativas a la salud -tanto a corto como a largo plazo-. Cuide su reacción.
Aprende algo nuevo o busca una nueva distracción. Por ejemplo, establece como prioridad visitar otro país, aprender otro idioma o conocer más sobre otra cultura. También, puedes llevar un diario para ayudarte a mantener tus ideas más organizadas, si ésa es una de tus metas. Incluso, este ejercicio puede contribuir a liberar tus emociones. Además, ten en cuenta que la parte del pensamiento puede ser trabajada constantemente ya que nuestro cerebro no deja de pensar, aunque no lo notes. Evita ser juicioso.
Ponte en contacto con quienes amas. Aunque esto parezca una realidad cotidiana, lo cierto es que muchas veces el trabajo y el ajetreo del diario vivir interfieren en el fortalecimiento de la relación con aquellos que amamos. Sin embargo, nunca es tarde para comprometernos a separar más tiempo para estar con ellos y dedicarles calidad de tiempo. Evalúe su manera de relacionarte.
Fortalece tu conexión espiritual. En momentos de alegría, es fácil recordar la bondad divina y fortalecer nuestra fe. Sin embargo, es durante momentos de crisis en que esta práctica se puede tornar más difícil. Independientemente de tu filosofía religiosa, adopta como práctica establecer una relación genuina con ese ser supremo al que muchos llaman Dios. Adopta como costumbre admirar la naturaleza, ser agradecido, ayudar a los necesitados o mirar las estrellas y meditar sobre la grandeza del universo. Del mismo modo, reflexiona sobre tu poder interior y el talento que reside en ti para lograr tus metas. Eres parte de este mundo y como tal, puedes realizar cambios positivos con actos tan sencillos como regalar una sonrisa, ceder el paso en el tránsito o manifestar paciencia hacia los demás. Aprenda a perdonar.
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