Adriano Graziani, quien estaba en el lugar y en el momento oportuno, hace apenas unos meses, era un empleado de un banco en Londres, éste sólo cantaba en la oficina.
Su actuación maravilló a un público de más de 2.000 personas. Por ello, le ofrecieron el papel de Rodolfo en La Bohème, en la misma Ópera Nacional de Gales. “Siempre soñé con cantar ópera italiana en la Ópera de Gales. Al ser medio italiano y medio galés, está en mi sangre”, afirma.
Sin embargo, esta no es la única ocasión que el azar se ha topado con Graziani. El pasado año, tras finalizar sus estudios en la Real Academia de Música, le ofrecieron el papel de Macduff en la obra Macbeth –en calidad de estudiante–. El actor protagonista también había caído enfermo.
El tenor Dennis O’Neill dice de su alumno: “Adriano está destinado a hacer grandes cosas. Su canto es emocionante y dinámico, su voz es de primer rango”.
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