Ser un buen padre

Por Miguelina Terrero (ElNacional). Un padre es la imagen a seguir por los hijos, sobre todo varones. Lo ideal es que él piense bien cada actitud que asume, seguro de que en un futuro posiblemente su hijo imite dicha actitud.

La sociedad está llena de críticas contra los padres. Tantas, pero tantas críticas e historias de irresponsabilidad paterna, que quedan en el olvido aquellos que intentan hacerlo bien. Hay malos padres, pero también muchos hijos pueden contar su experiencia al lado de padres muy buenos, que desarrollan su rol a la perfección y cada día intentan ser mejor.

“Hay cientos de padres que encuentran amenazados y con temor por no enfrentarse a sus hijos, por miedo a ser desafiados, perder su afecto, o perder su poder” expresa el psiquiatra José Miguel Gómez, en su libro “Parejas inteligentes”.

Es difícil enfrentar cuáles son las características que los hijos califican de buenas para un padre, en este sentido. Y es que para ellos, el padre ideal o el más bueno, no es el que corrige y trata de que hagan las cosas bien, sino el que los deja hacer lo que quieren y ser felices, aunque sea por el camino equivocado.

En este sentido el profesional dice que para ellos el padre ideal es el que: No dice no, es permisible, tolerante, complaciente, facilitador, de recursos, el que da permisos para salir donde quiera y cuando quiera. Pero ese modelo de padre es muy negativo porque la relación padre e hijo tiene que estar comprometida con el desarrollo del proyecto humano del hijo, manifiesta el profesional.

Un buen padre

Sería bueno –dice la publicación- la presencia de una figura paterna equilibrada, segura, honesta, alegre, sereno ante los obstáculos y las frustraciones. Además optimista, espíritu y aire deportivo, moderno y adornado de veracidad, pero que sepa decir que no, en los momentos en que es necesario decirlo.