
Recuerden que el diablo no sabe por diablo, sino por viejo...
Durante el juicio, el abogado acusador llamó al estrado a su primera testigo, la anciana... una mujer de avanzada edad. El abogado se acercó y le preguntó: - Sra. Menlleti: ¿sabes usted quién soy?. Ella respondió: - Sí... claro que lo conozco señor Danny. Lo conozco desde que era un niño y francamente le digo que usted resultó ser una gran decepción para sus padres. Usted siempre miente, cree saberlo todo, es muy prepotente, abusivo, engaña a su esposa y lo peor de todo, manipula a las personas. Se cree el mejor de todos cuando en realidad es un pobre hombre. Síii, como no lo voy a conocer....
El Abogado se quedó perplejo, sin saber exactamente qué hacer, quería que se lo tragara la tierra. Apuntando hacia la sala, le preguntó a la Sra. Menlleti: -¿Conoces al abogado de la defensa?. Nuevamente ella respondió: -Claro que sí, por supuesto, yo también conozco al señor Pérez desde que era un niño. Él es un flojo y medio raro, y tiene problemas con la bebida. No puede tener una relación normal con nadie y es el peor abogado del Estado que yo he conocido. Sin mencionar que engañó a su esposa con tres mujeres diferentes, una de ellas es la esposa suya, ¿recueeeerda? Sí, yo conozco al Sr. Pérez. Su mamá tampoco está orgullosa de él.
El abogado de la defensa sufre un desmayo y casi cae muerto, luego se mejora.
Entonces, el Juez llama rápidamente a los dos abogados para que se acerquen al estrado, y les dice en secreto:
- Si alguno de ustedes, le pregunta a esa vieja que si me conoce, hay mismíto fracasaron porque los mando a la silla eléctrica a los dos.
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