
- Ya se había operado siete veces.
- En el colegio se burlaban de él.
- Las prótesis deberán ser reemplazadas cada seis meses.
Tras sufrir el calvario de no tener orejas y someterse a un sinfín de operaciones desde los 2 años para recuperar la audición, un chico inglés, llamado Joshua Bull, al fin ha logrado tener un aspecto normal y poder oír con normalidad.
Las prótesis plásticas le han permitido evitar que se burlen de él en la escuela.
Los cirujanos le fueron implantando trozos de hueso en su cráneo para crear una especie de canal auditivo paralelo, que funcionara en reemplazo del que tenía casi bloqueado por su situación congénita.
Las prótesis plásticas que simulan orejas deberán ser cambiadas cada seis meses, hasta que el niño complete su crecimiento.
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