Reconocemos que la corrupción consiste en un acuerdo inmoral entre un corruptor y un corrupto, o entre corruptos aliados en perjuicio de otros, que beneficia a algunos en sus propósitos particulares, por encima de la ley en el plano político. La corrupción consiste en el uso del poder público para el logro de beneficios particulares o sectoriales, que no se identifican ni comulgan con el bien común.
La corrupción es la utilización del cargo público, de la administración del patrimonio nacional, del privilegio o las posibilidades que tiene el cargo público o privado, para lograr beneficios individuales.
En los actos de corrupción hay actores con cargos públicos y privados, y ciudadanos comunes, pero indudablemente donde es más notorio es en la política y la economía. Es indudable que la corrupción pública y privada está en la actualidad ahora en todas partes. Es un fenómeno mundial.
Tan corruptos son los que aceptan prebendas y privilegios, como aquellos que la ofrecen para comprar a periodistas, políticos, sindicalistas y dirigentes sociales.
La corrupción es algo que no sólo está causando grandes males, es uno de los grandes obstáculos al desarrollo de la democracia, a la construcción de instituciones y de infraestructuras que pueden favorecer a los sectores más pobres y marginados.
El fenómeno de la corrupción es cada vez más notable, en algunos casos ha destruido familias y organizaciones políticas, sindicales, económicas y sociales, que han perdido credibilidad, entre lo que dicen y lo que hacen; en otros casos ponen en duda la credibilidad de instituciones democráticas y hasta la gobernabilidad.
Aquellos que están en la administración pública deben actuar con honestidad y eficacia, previniendo las injusticias y los privilegios, combatiendo el fraude fiscal, la corrupción en todas sus manifestaciones ; y aquellos que están en la oposición tienen el deber de denunciar todos los actos deshonestos que cometen los gobernantes, y prepararse para gobernar con transparencia , eficacia y honestidad.
La vida económica y política debilita la confianza frente a ciudadanos en las instituciones democráticas cuando se aplica la corrupción, sin rendición de cuentas, probidad y transparencia
La corrupción económica es la ley del lucro individual o de un pequeño grupo, que conduce a la deshumanización de la política y al sometimiento del hombre al dinero.
Los periodistas y escritores debemos ser modelos de comportamiento en nuestras actividades publicas y privadas, para tener la capacidad necesaria para denunciar los actos de corrupción de los gobernantes, políticos, sindicalistas, empresarios y bancarios, que en muchos casos han sido los malos ejemplos de la corrupción.
Hoy día el periodismo de investigación, serio y responsable, está destapando muchos actos de corrupción, pero estas denuncias deben ser a todos los niveles, para elevar el nivel de seriedad, honestidad y decencia que debe prevalecer en nuestra sociedad.
ASOCIACION DOMINICANA DE PERIODISTAS Y ESCRITORES (ADPE)
Lic.
Lic. Adriano de
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