“Hombre metrosexual” es un término que se escucha desde hace algunos años, que viene de metrópolis o grandes urbes. Se trata de una especie masculina que se describe como buenmozo, educado y a la moda, lo que es una interrogante es si está en la búsqueda de una compañía femenina.
La diferencia entre un hombre normal y el metrosexual es que éste último está en el centro, entre el troglodita (cavernícola) que bebe cerveza y le encanta el fútbol y ese elegante varón que distingue entre un perfume Givenchy o un Calvin Klaine. El metrosexual es un hombre impecable, pero además es tierno y apasionado.
Pero llama la atención porque se depila, piernas, cejas y pecho, por lo que la gente lo mira como raro. El típico metrosexual es un joven que puede ser heterosexual o gay con dinero, que vive en la ciudad, donde están las principales tiendas, salones de belleza, gimnasio y clubes.
Las descripciones aseguran que no son homosexuales, aunque sean confundidos por su cuidada imagen. Su objetivo final es seducir a las mujeres, lo que suelen lograr. (Fuente).
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